Cómo hemos cambiado: nuestra vida tras la pandemia

Hace ya dos años que se declaró una pandemia y el coronavirus nos abofeteó en la cara en un momento en el que Occidente se creía inquebrantable. En el recuerdo imaginario de esos días está el silencio en las calles, las carreteras sin ruido, ni tráfico, los aplausos en los balcones…  

 

Después de seis olas y varias dosis de vacunas inoculadas a la población ya se percibe la caída de la incidencia, pero el virus sigue circulando con la combinación de nuevas variantes, como la XE.

 

En esta convivencia con el virus, tras dos años de pandemia mundial, hemos adquirido una serie de hábitos que difícilmente se irán de nuestras vidas: ya no concebimos nuestro día a día sin mascarilla y gel hidroalcohólico, usamos menos dinero físico, leemos las cartas de los restaurantes con QR y el ritmo de la digitalización en todos los aspectos de la vida se ha multiplicado.

 

Nuevas costumbres, nuevos hábitos
Esta nueva realidad ha impulsado ciertas costumbres que, en mayor o menor medida, han venido para quedarse.

1.El teletrabajo. Lo que empezó como una rutina habitual de despertarse a la misma hora que cuando cogíamos el transporte para llegar al puesto de trabajo derivó en finales de jornadas que no llegaban, puesto que seguíamos metidos en casa. Llegó la ansiedad y las líneas de la rutina se volvieron difusas. Ahora, afortunadamente, ya se habla más sobre el equilibrio y la importancia de mantener rutinas.

 

2. Los niños y adolescentes. Después de sacarlos del colegio y que se hayan perdido una parte muy importante de su socialización, incrementaron el uso de las nuevas tecnologías, particularmente el Tik-Tok e Instagram a través de las pantallas. Hoy los psicólogos y psiquiatras infantiles están alarmados. Los niños, niñas y adolescentes con problemas de salud mental en el último año se han disparado y no hay recursos suficientes para atenderlos a tiempo.

3. Las vacunas. Ha sido otro debate intenso que ha dividido a la población entre los que sí se la ponen y los que reniegan de su eficacia. Y, con ellas, el pasaporte Covid que ha seguido limitando la movilidad de los ciudadanos.

 

4. Hablar más de salud mental. “Por suerte, estamos perdiendo el miedo a hablar de salud mental y se lo debemos a la pandemia. Las consultas han aumentado porque ha aumentado la crispación, la soledad, la impotencia. En definitiva, los síntomas que rodean y se aproximan a una depresión”, concluyen desde la Fundación Salud y Persona.

5. La brecha digital y la soledad. La brecha digital se hizo más grande que nunca, sobre todo para las personas mayores que encerradas en sus domicilios no terminaban de entender cómo funcionaba una videollamada. Además, una de cada diez familias con hijos en edad escolar no pudo contar con acceso a Internet. Así que se buscó la forma de dotar de más recursos tecnológicos a la población desfavorecida y fomentar su formación.

 

6. Menos cine y más Netflix

El número de espectadores en el cine y en el teatro ha bajado. Sin embargo, pasamos más tiempo delante de las pantallas: una media de 4 horas y 19 minutos frente a las 3 horas y 41 minutos de la era prepandémica.

También los podcasts siguen en alza en 2020. iVoox incrementó sus usuarios un 30%.

 

7. Menos bares más comida a domicilio

Desde el inicio de la pandemia más de 85.000 bares y restaurantes han cerrado, sin embargo, las plataformas de comida a domicilio han duplicado el número de restaurantes que colaboran con ellas.

 

8.Crece la telemedicina

UGT estima que el 75 % de las consultas de atención primaria ya se hacen a distancia. Algo que podría multiplicarse en el futuro con la aparición del 5G.

 

Se han cumplido dos años de un día difícil de olvidar. Un día en el que España cayó presa de un estado de alarma sin precedentes. Ahora, solo nos queda mirar al futuro y, cuando echemos la vista atrás, podamos decir que nos adaptamos bien y, lo más importante, que aprendimos algo.

 

---