Por Andrea Rivero
22 de julio de 2022Incendios y muertes por calor están abriendo los telediarios cada día, las intensas temperaturas de las últimas semanas están teniendo consecuencias catastróficas en España. Los más de 40ºC casi diarios han hecho que el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) haya contabilizado en este mes de julio 1.238 fallecimientos atribuibles a las altas temperaturas. Y el mes todavía no ha acabado.
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) es la herramienta que utiliza el ISCIII para contabilizar todas las muertes que se producen en España y, desde el pasado 10 de julio, la curva de defunciones atribuibles al calor ha ido en continuo ascenso. En un país donde cerca del 20% de la población es mayor de 65 años, el calor se convierte en un importante riesgo que aumenta la mortalidad.
Más allá de la edad, los trabajadores que pasan su jornada laboral en la calle están sufriendo las consecuencias más duras. José Antonio falleció mientras trabajaba limpiando las calles de Vallecas tras sufrir un golpe de calor. Por desgracia, no ha sido el único. Esta misma semana, un compañero de profesión también fallecía en la zona de Arganzuela y un repartidor de propaganda lo hacía en Paracuellos del Jarama. Todos ellos superaban los 40 grados de temperatura corporal y su organismo colapsó.
La empresa en la que trabajaban José Antonio y su compañero ha flexibilizado los horarios de sus trabajadores para que no tengan que trabajar durante las horas de mayor calor y así pasar una jornada laboral segura.
Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado una guía para ayudar a los países a combatir y prepararse ante eventos de calor extremo como los que se están viviendo en toda Europa.